Foto: Bosque, Kilkenny
El niño robado
Donde se hunden las montañas
Del bosque de Sleuth en el lago,
Allí está la isla frondosa
Donde
las garzas al batir sus alas despiertan
A las adormiladas ratas de agua;
Allí escondíamos nuestras tinas de hadas,
Llenas de fresas
Y las más rojas cerezas robadas.
¡Ven, oh niño!
A la naturaleza y a las aguas
Con un hada, de la mano,
Porque el mundo está lleno de lágrimas
Más de lo que puedes comprender.
Donde el manto de la luna hace brillar
A las arenas opacas y grises con su luz,
Lejos del extremo de Rosses
Caminamos toda la noche,
Entretejemos antiguas danzas,
Unimos manos y unimos miradas
Hasta que la luna huye,
Saltamos de aquí para allá
Persiguiendo burbujas de espuma,
Mientras que el mundo está colmado de problemas
Y duerme ansioso.
¡Ven, oh niño!
A la naturaleza y a las aguas
Con un hada, de la mano,
Porque el mundo está lleno de lágrimas
Más de lo que puedes comprender.
Donde el agua errante mana
De las colinas, detrás de Glen Car
Se precipita entre los juncos en charcos
Que apenas pueden bañar una estrella,
Buscamos truchas dormidas
Y les susurramos en los oídos
Les damos sueños inquietos;
Y nos inclinamos suavemente
Sobre los helechos que dejan caer sus
lágrimas
en los jóvenes arroyos.
¡Ven, oh niño!
A lo salvaje y a las aguas
Con un hada, de la mano,
Porque el mundo está lleno de lágrimas
Más de lo que puedes comprender.
Con nosotras él se va,
El
de ojos solemnes:
No
escuchará más el mugido
De
los terneros en la ladera cálida
O a la pava silbar en la estufa
Dándole
paz a su pecho,
Ni
verá al ratón marrón balancearse
en
círculos en el cajón de avena.
Porque
él viene, el niño,
A
la naturaleza y a las aguas
Con
un hada, de la mano,
De
un mundo lleno de llanto,
Más
del que puede comprender
Versión: Marina Kohon
W.B. Yeats
The Stolen Child
WHERE dips the rocky highland
Of Sleuth Wood in the lake,
There lies a leafy island
Where flapping herons wake
The drowsy water-rats;
There we've hid our faery vats,
Full of berries
And of reddest stolen cherries.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
For the world's more full of weeping than you
can understand.
Where the wave of moonlight glosses
The dim grey sands with light,
Far off by furthest Rosses
We foot it all the night,
Weaving olden dances,
Mingling hands and mingling glances
Till the moon has taken flight;
To and fro we leap
And chase the frothy bubbles,
While the world is full of troubles
And is anxious in its sleep.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
For the world's more full of weeping than you
can understand.
Where the wandering water gushes
From the hills above Glen-Car,.
In pools among the rushes
That scarce could bathe a star,
We seek for slumbering trout
And whispering in their ears
Give them unquiet dreams;
Leaning softly out
From ferns that drop their tears
Over the young streams.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
For the world's more full of weeping than you
can understand.
Away with us he's going,
The solemn-eyed:
He'll hear no more the lowing
Of the calves on the warm hillside
Or the kettle on the hob
Sing peace into his breast,
Or see the brown mice bob
Round and round the oatmeal-chest.
For he comes, the human child,
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
from a world more full of weeping than he
can understand.
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