Los Mabinogi o Mabinogion constituyen una
de las mejores obras en prosa de la literatura céltica medieval. Conocidos y estudiados desde el siglo pasado en Inglaterra y Francia,
nadie duda hoy día de su coherencia interna, riqueza y calidad literarias. Al
mismo tiempo, estos relatos poseen un gran interés como documento histórico, ya que se
suman a las escasas fuentes que nos informan
de aquella sociedad instalada en los límites occidentales de Europa,
concretamente en el País de Gales.
Esta región, a pesar de haber mantenido estrechos contactos con la Francia del Norte desde mediados del siglo XI, permaneció en cierto modo
recluida en su tradición. Junto con Irlanda y la Península de
Armórica, el País de Gales poseyó una
fuerte unidad y homogeneidad cultural, y si bien todo parece indicar que siguió la evolución y ritmo del resto de las sociedades medievales de la Europa occidental, también conviene señalar que estas tres
regiones constituyeron el último reducto de la civilización celta.
LA
CIVILIZACIÓN CELTA
Los conocimientos
acerca del mundo celta se encuentran en estrecha relación con el
carácter y la naturaleza de las fuentes que lo documentan. En muchos
aspectos la imagen que poseemos del mundo celta resulta parcial y poco
objetiva. Ello se debe de modo especial a la escasez de fuentes escritas
propiamente celtas. En lo que respecta a los celtas continentales,
solamente se dispone de fuentes indirectas, de modo que para el estudio de la
Galia en época romana se ha tenido que
recurrir a historiadores como Tito Livio, Julio César o Tácito. Por su parte,
los celtas insulares nos han legado una abundante producción literaria
que posee un inapreciable valor documental, pero que exige del constante
desciframiento por parte del historiador entre mito y realidad, lo cual
constituye una tarea difícil. En este sentido, la civilización celta se ha
convertido en un tema de estudio que ha
despertado la imaginación de ciertos eruditos e historiadores, guiados
en ocasiones más por afanes nacionalistas que por el rigor histórico. Por otro lado, la civilización celta no puede
entenderse como una estructura estática, ajena a la evolución histórica
y a las distintas influencias que habría de sufrir a lo largo de su historia.
A pesar de la existencia de un sustrato religioso y lingüístico común
a las múltiples tribus celtas y a la permanencia de lo tradicional, estos pueblos acusaron
profundos fenómenos de
aculturación y de inculturación, de modo que su
civilización no puede entenderse desligada de las circunstancias históricas de
su entorno. No debe olvidarse que al hablar de civilización celta nos referimos a
una cultura de más de mil quinientos años de
duración. En efecto, al final de la época de Hallstatt tuvo lugar la primera
gran convulsión de los pueblos celtas. Procedentes del ángulo sudoeste de
Alemania(Turingia), comenzaron las primeras migraciones en dirección oeste,
hacia Italia y España. Algunos historiadores fechan la aparición de los celtas
en un período anterior. Así, H. Hubert sitúa
en la Edad del Bronce una hipotética disolución de la comunidad italocéltica en
goidélicos y britónicos, a la que
sucedió una primera migración de los goidelos a las islasBritánicas y su
instalación en Irlanda. Según una fuente del siglo XI,
Leabhar na Gabhala
(«El libro de las conquistas»), Irlanda había sido invadida por cinco pueblos
distintos procedentes en su mayor
parte de España, correspondiendo la cuarta invasión a las tribus de la diosa
Danu (Tuatha dé Danann) y la quinta a los goidelos. Entre los pueblos más
importantes sometidos por los goidelos se
encontraban los arainn o iverni, de los que posiblementederivaría el nombre de Iwerdon (Irlanda). Al final de la Edad de Bronce, los pictos,
posiblemente también celtas, emigraron a las islas y sin abandonar la
isla de Bretaña pasaron a Irlanda. Estos pueblos, denominados picti o cruithnig
por su fundador Cruidne, habrían de dar el nombre por el que se conoce a la
isla de Bretaña en las fuentes celtas: cruithnig, qurtenio qretani, que transformó la qu en la p britónica,
dando lugar a Pretanis o Prydain (YnysPridain).
A goidelos y pictos se debió la construcción de túmulos circulares, que
heredaron los pueblos que los sucedieron en las posteriores colonizaciones de
las islas.
1. Hay que señalar que
no todos los historiadores admiten la irrupción de los celtas antes de la época de La Téne, considerando que la invasión de
Irlanda por pictos y goidelos fue muy posterior a la época señalada por
Hubert y atribuyendo, por tanto, a pueblos aborígenes las construcciones megalíticas de las islas.
2.
Las fuentes arqueológicas, la onomástica y las inscripciones
indican el siglo V a. JC como el inicio seguro de las grandes expansiones célticas que se
centraron en dos focos fundamentales: el valle del Po en Italia y la zona del Danubio.
Durante este primer período de La Téne los celtas asentados en la Galia
ofrecieron a los latinos una cultura
técnicamente superior y las influencias se ponen de manifiesto de modo especial en la lengua, pues los latinos adoptaron
muchos términos celtas. En un segundo período, tribus celtas y bandas de
mercenarios se lanzaron bajo el mando de Breno a laconquista de Macedonia y
Delfos, donde habrían de sufrir una gran derrota. J. Markale asimila la
figura histórica de Breno y el desastre de Delfos, donde murió la mayor parte
del ejército, a la figura mítica de Bran,
hijo de Llyr, quien, según la segunda rama de los Mabinogi acudió a Irlanda para vengar el deshonor
a su hermana Branwen y conquistar el Caldero de la Resurrección. En
Irlanda, al igual que en Delfos, murió todo el ejército galo, ysi al parecer el
histórico Breno se suicidó, el mítico Bran ordenó a los siete últimos galeses que
le cortaran la cabeza.
3. A partir del siglo
III, los celtas de la Galia mantuvieron luchas constantes con los romanos, cuyas aspiraciones de constituirse en un gran
imperio comenzaban a ser realidad. Tras un período de simbiosis cultural, la
romanización se impuso en el territorio galo y bajo Julio César se anexionó
definitivamente al Imperio. La Céltica Danubiana también se encontró sometida
cuando César consiguió el mando de Illyricum. Así, el primer intento de lograr
una unidad territorial política fracasó en la Galia, donde a partir del siglo I
a. JC la lengua oficial fue el latín, si bien la religión celta permaneció e
incluso fue asimilada en algunos aspectos por los romanos. En Britania, la romanización penetró con más resistencias y no impidió el
desarrollo de la cultura celta. Si Julio César no logró el sometimiento de
Bretaña por la oposición que lepresentaron Comm «el Atrébata» y Cassivellanus, bajo Septimio Severo la isla quedócompletamente sometida, a excepción de Caledonia.
A diferencia de lo que sucedió con los galos continentales, en Britania la introducción de la romanización se encontró con una mayor cantidad de obstáculos de modo que la cultura celta tuvo la oportunidad de permanecer y aún continuar desarrollándose. De hecho la permanencia de la lengua fue uno de los dos factores fundamentales que permitieron el desarrollo de una cultura con elementos originales. Pese a que la lengua oficial fue el latín, el céltico subsistió después de la colonización romana. Hubo a lo largo de los años focos de resistencia y algunas de las figuras históricas que participaron en ellos serán inmortalizadas siglos más tarde por la ficción literaria. Un ejemplo es un relato que pertenece precisamente al Mabinogion: el “Sueño de Maxen Wledig” representa la figura de Máximo dux Britanniarum quién abandono Britania con su ejército y fue derrotado por Teodosio en el año 387. Años más tarde, cuando Roma dejó de ser un peligro, fueron pictos y sajones quienes comenzaron a acosar el sur de Gales. Es así que “desde mediados del siglo V las tribus del sur de Gales aparecen unidas bajo el nombre de Combrog (del que posiblemente deriva Kymry, nombre nacional del país de Gales) para combatir bajo el mando de un jefe (gwledig) contra irlandeses, pictos y sajones”.
Opuesto a lo que ocurría en Gales, Irlanda se vio libre de invasiones hasta el siglo X gracias a lo que gozó de un extraordinario apogeo cultural motivado, entre otras cosas, por el Cristianismo que estableció focos culturales en los monasterios.
Los celtas insulares sufrieron a mediados del siglo XI una nueva invasión. Ayudados e impulsados por los Bretones de la península armoricana, los normandos llegaron a la isla de Britania para liberar a los galeses del dominio Sajón, pero una vez allí conquistaron todo el territorio. Esto promovió un fuerte sentido de identidad a los pueblos de Gales, Irlanda y Escocia. La falta de unidad política y territorial característica de los celtas no impidió la existencia de un sentimiento de unidad y el desarrollo de una cultura con elementos propios originales. Ello se debió a dos factores importantes: el ya mencionado de la lengua y la religión.
Estructura del Mabinogion
El Mabinogion contiene en total once relatos de diversa naturaleza. Una posible división de ellos es en tres grupos. El primer grupo estaría formado por lo que se ha pasado a llamar las cuatro ramas del Mabinogion que son: “Pwyll, Príncipe de Dyvet”, “Branwen, hija de Llyr”, Manawyddan, hijo de Llyr” y “Math, hijo de Mathonwy”; al segundo grupo le pertenecen cuatro relatos de tradición puramente galesa: “El sueño de Maxen Wledig”, “Lludd y Llevelys” y “Kulhwch y Olwen” y “El sueño de Rhonabwy”, siendo los dos últimos de tradición artúrica; y finalmente un tercer grupo de tres relatos que ofrecen una temática similar a los tres romans de Chrétien de Troyes: “La Dama de la Fuente” que se asemeja a “Ivain ou le chevalier au lion”, “Peredur hijo de Evrawc” que equivaldría a “Perceval ou li contes du graal” y “Gereint, hijo de Erbin” que estaría en consonancia con “Erec”.
Algunos historiadores consideran sin embargo que solo las cuatro ramas formarían parte del Mabinogion original, mientras que los tres relatos relacionados con los romans de Chrétien de Troyes serían en tal caso pseudomabinogion por ser aparentemente traducciones galesas de originales franceses. Por otra parte, María Victoria Cirlot nos presenta a los once relatos como un todo, siguiendo el concepto original de Mabinogion que le entregaron sus traductores originales, Lady Guest y J. Loth.
Enfocándonos específicamente en las cuatro ramas éstos cuatro relatos se pueden leer como una unidad, una historia contada en cuatro capítulos, o se pueden tomar individualmente ya que cada relato posee independencia en cuanto a los otros yThe Ma puede leerse por su cuenta.
El origen preciso de los relatos es difícil de determinar. El origen de los Mabinogi se remonta a mucho tiempo antes del momento en que fueron plasmados por escrito la primera vez pero por ser los mismos de naturaleza oral en su origen es imposible, pues, el determinar su origen. Pero centrándonos en lo escrito de acuerdo con Will Parker el cuento más antiguo sería “Kulhwch y Olwen” (1100 d.C.), seguido de cerca por las cuatro ramas (1190 d.C.), “Lludd y Llevelys” (1200-1250 d.C.), los tres romans (1200-1250 d.C.), “El sueño de Maxen Wledig” (1200-1250 d.C.) y por último “El sueño de Rhonabwy” (1300-1350 d.C.) Entonces, en cuanto a antigüedad, las cuatro ramas están entre los relatos más antiguos.
Bibliografía: The Mabinogion, Traducción Sioned Davies, Oxford World's Classics, 2007.