El asunto de la lengua
Deposito mi esperanza a
bordo
de una barquichuela de palabras
igual que se deja una criatura sobre una cesta
entretejida
con hojas de lirio
reforzada en la base
con betún y pez
de una barquichuela de palabras
igual que se deja una criatura sobre una cesta
entretejida
con hojas de lirio
reforzada en la base
con betún y pez
luego la dejo entre los
juncos
sobre el angosto cauce que abre la banshee
a la orilla del río
mira a ver
por dónde la lleva la corriente,
Moisés, mira tú, invidente,
¿quién salvará a la Hija del faraón?
sobre el angosto cauce que abre la banshee
a la orilla del río
mira a ver
por dónde la lleva la corriente,
Moisés, mira tú, invidente,
¿quién salvará a la Hija del faraón?
(Traducción del original de
Rosana Herrero y Maria Smith)
El peinado fiel de Marianne
Habiéndose lavado las manos
de agua para siempre,
ya no pueden ni siquiera volver a ducharse.
Restriegan los recipientes de la casa
con un Fairy concentrado de ceniza y orina,
más una pizca de arena,
y ponen tanto ahínco
que convencen tanto o más
que los anuncios de la tele.
ya no pueden ni siquiera volver a ducharse.
Restriegan los recipientes de la casa
con un Fairy concentrado de ceniza y orina,
más una pizca de arena,
y ponen tanto ahínco
que convencen tanto o más
que los anuncios de la tele.
Se exfolian con esencia de
rosas
y se frotan el cuero cabelludo con champú seco
para hombres de la marca Boots,
o con meros polvos de talco.
y se frotan el cuero cabelludo con champú seco
para hombres de la marca Boots,
o con meros polvos de talco.
De ciento en viento,
cuando se humedecen el cabello,
lo hacen con agua tibia del grifo,
que debe ser aplicada antes del atardecer
por la siguiente razón de peso:
cuando se humedecen el cabello,
lo hacen con agua tibia del grifo,
que debe ser aplicada antes del atardecer
por la siguiente razón de peso:
Hace algún tiempo, una
vecina
estaba trillando lino junto con sus dos aprendizas,
a quienes sólo les permitía lavarse el cabello
una vez finalizado el turno de tarde.
La faena se alargó hasta bien entrada la noche,
y como no hubiere señal alguna de descanso,
una de las muchachas se metió un copo de ceniza en la boca,
la otra una brizna de broza.
estaba trillando lino junto con sus dos aprendizas,
a quienes sólo les permitía lavarse el cabello
una vez finalizado el turno de tarde.
La faena se alargó hasta bien entrada la noche,
y como no hubiere señal alguna de descanso,
una de las muchachas se metió un copo de ceniza en la boca,
la otra una brizna de broza.
En torno a la medianoche se
oyó un golpe en la puerta,
Y una voz gritó: “¡Al infierno
el vientre de ceniza! Pero quédese
el vientre de brezo – y lárguese por la puerta
el vientre que esté vacío!”
Y una voz gritó: “¡Al infierno
el vientre de ceniza! Pero quédese
el vientre de brezo – y lárguese por la puerta
el vientre que esté vacío!”
La mujer de la casa y la
cenicienta
se esfumaron,
quedando la muchacha de brezo
para contar el cuento:
se esfumaron,
quedando la muchacha de brezo
para contar el cuento:
el cual ha llegado hasta
nuestros días
para sobresalto
de sirenas adolescentes.
para sobresalto
de sirenas adolescentes.
(Traducido por Rosana
Herrero a partir de la traducción al inglés de Medbh McGuckian)
Nota: Un agradecimmiento a la poeta Concepción Bertone, que generosamente compartió la información y poemas que conforman esta entrada.
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