viernes, 1 de noviembre de 2013

Jorge Fondebrider: Dos poemas sobre Irlanda






Jorge Fondebrider leyendo en Puerto Madryn, en la gira por la patagonia Forgetting Chatwin




Dalkey

Al ver el mar de Irlanda,
pensé que es mucho más que el mar en otras partes,
pensé que al sur no hay fin del mundo,
que al sur del sur el mundo sigue.
Al norte, en cambio, el cielo pesa.
las nubes se desplazan hacia Islandia y barren las montañas
hasta quebrar las piedras de la foto que me tomaste ayer
cuando tenía algo que decir.
Hoy ya no sabría qué decir.



El Liffey

Cuando se sale el primer día del hotel
el mundo es siempre muy hermoso. Y está el Liffey.
El cauce de este río, que arrastra poca agua, divide la ciudad:
de un lado están los pobres con sus voces y el pelo colorado;
del otro, el sur que piensa detrás de las puertas amarillas.
En las orillas negras no hay pájaros ni nada.
sólo hay un lecho oscuro
como las chimeneas de la ciudad de Dublin
que humean para el viento, exactamente al sur,
en el extremo justo del invierno
cuando son frías las monedas.



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