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martes, 30 de abril de 2013

Isla de Skye



Fairy Pools, Isle of Skye




















Skye, también llamada isla de Skye (en gaélico escocés An t-Eilean Sgitheanach), es la isla más grande y más septentrional de las Hébridas Interiores en Escocia.
La población de Skye, en el censo de 2001 fue de 9.232 personas. La población residente aumenta durante el verano, gracias a la cantidad de turistas y visitantes que llegan a la isla.
Las principales industrias son el turismo la agricultura, destilación de whisky y las artesanías.

La ciudad principal y capital de la isla es  Portree, que es conocida por su pintoresco puerto.

Skye es renombrada por sus llamativos escenarios, cultura y patrimonio, así también como por la abundante vida silvestre, incluyendo  águilas reales,  águilas marinas,  ciervos rojos y  nutrias.
.

Con 1656 km2 , Skye es la segunda isla más grande de Escocia, después de Lewis y Harris  (Leodhas is na Hearadh). Esta isla tiene uno de los más dramáticos y desafiantes terrenos montañosos del país, incluyendo Cuillin  (una cordillera de montañas rocosas), y también un gran patrimonio de antiguos monumentos, castillos  y recordatorios.







domingo, 28 de abril de 2013

Dylan Thomas: Tres Poemas









Soñé mi Génesis





Soñé mi Génesis en sudores de sueño, irrumpía
a través de la valva giratoria, fuerte
como un músculo motor en el taladro surgía
de la visión y de los nervios espesos como vigas.

Desde los miembros a la medida del gusano, se soltaba
de la carne estriada. Desfilaba
por todas las cadenas de la hierba, metal
de soles en la noche que derrite al hombre.

Heredero de las venas quemantes, guardianes de la
                                                          /gota de amor,
preciosa criatura en mis huesos
yo rondé velozmente el globo que heredara, travesía
por hombre ataviado de noche.

Soñé mi génesis y morí otra vez, granada
prisionera del corazón en marcha, agujero
en la herida hilvanada y en el viento grumoso, muerte
embozada en los labios que comían el gas.

Puntual en mi muerte segunda señalé las colinas, las
                                                            /cosechas
de cicuta y las matas, mi sangre
enmohecida sobre los calmos muertos, forzaba
mi segunda batalla desde el pasto.

Y el poder contagió mi nacimiento, el segundo
elevarse del esqueleto
y el volver a vestir el fantasma desnudo. La humanidad
escupida desde una pena vuelta a padecer.

Soñé mi génesis en sudores de muerte
caída por dos veces en el nutricio mar,
vástago rancio de las saladas lágrimas de Adán. Visión
de nueva fuerza humana. Busco al sol.








Aquí en esta Primavera

Aquí en esta primavera, flotan estrellas en el vacío;
aquí en este invierno ornamental
se abaten las atmósferas desnudas;
este verano entierra a un pájaro de primavera.

Los símbolos se elijen desde la lenta ronda de los años
por las costas de cuatro estaciones,
los fuegos de tres estaciones y los cantos de cuatro pájaros
son los maestros del otoño.

Del verano, tendría yo que relatar los árboles, la oruga
apenas relatar las tormentas del invierno
o el funeral del sol;
aprendería del cucú la primavera
y la babosa me enseñaría la destrucción.

Una oruga contaría el verano mejor que los relojes,
la babosa es un calendario vivo de los días;
¿qué me contaría si un insecto sin tiempo
dijera que el mundo se consume?







la noche que va cayendo para siempre es una estrella
conocida y un país frente a la muchedumbre
de durmientes cuyas lenguas yo pulso
para enlutar su diluviante luz
por los suelos y el mar
y hemos llegado
a saber todos
los lugares
caminos
laberintos
p a s a j e s
comarcas y sepulcros
de   la   caída   sin   final
a h o r a  l á z a r o  c o m ú n
de las plegarias que trazan los durmientes
nunca   te   despiertes   y   te  eches  a   andar
porque el país de la muerte es la medida del corazón





Dylan Marlais Thomas (Swansea, Gales, 27 de octubre de 1914- Nueva York, 9 de noviembre de 1953, poeta, escritor y dramaturgo galés.

Versiones de Elizabeth Azcona Cranwell
Fuente: Dylan Thomas, Poemas Completos, Ed Corregidor, 2012







Casesta en lago de Dylan Thomas






I dreamed my genesis in sweat of sleep, breaking
Through the rotating shell, strong
As motor muscle on the drill, driving
Through vision and the girdered nerve.

From limbs that had the measure of the worm, shuffled
Off from the creasing flesh, filed
Through all the irons in the grass, metal
Of suns in the man-melting night.

Heir to the scalding veins that hold love's drop, costly
A creature in my bones I
Rounded my globe of heritage, journey
In bottom gear through night-geared man.

I dreamed my genesis and died again, shrapnel
Rammed in the marching heart, hole
In the stitched wound and clotted wind, muzzled
Death on the mouth that ate the gas.

Sharp in my second death I marked the hills, harvest
Of hemlock and the blades, rust
My blood upon the tempered dead, forcing
My second struggling from the grass.

And power was contagious in my birth, second
Rise of the skeleton and
Rerobing of the naked ghost. Manhood
Spat up from the resuffered pain.

I dreamed my genesis in sweat of death, fallen
Twice in the feeding sea, grown
Stale of Adam's brine until, vision
Of new man strength, I seek the sun.





Here in this Spring

Here in this spring, stars float along the void;
here in this ornamental winter
down pelts the naked weather;
this summer buries a spring bird.

Symbols are selected from the years'
slow rounding of four seasons' coasts,
in autumn teach three seasons' fires
and four birds' notes.

I should tell summer from the trees, the worms
tell, if at all, the winter's  storms
or the funeral of the sun;
I should learn spring by the cuckooing,
and the slug should teach me destruction.

A worm tells summer better than the clock,
the slug's a living calendar of days;
what shall I tell me if a tiny insect
says the world wears away?












Forever     falling     night     is     a     known
star     and     country     to     the     legion
of   sleepers   whose   tongues   I   toll
t o  m o u r n    h i s   d e l u g i n g
light through sea and soil
and we have come
to  know  all
p l a c e s
ways
m a z e s
p a s s a g e s
 quarters  and graves
o f  t h e  e n d l e s s  f a l l.
N o w  c o m m o n  l a z a r u s
of   the   charting   sleepers   prays
never      to      awake      and      arise
for the country of death is the heart's size





miércoles, 24 de abril de 2013

Escocia: Algunas Películas Filmadas en Escenarios Naturales



Highlander:

1986 Director: Russell Mulcahy. Primera película Highlander, con los actores Christopher Lambert y Sean Connery, filmada en los espectaculares paisajes de Fort William, Glencoe, Glenuig y la región Moidart.                  





  Glencoe






Glencoe, Ancient Bridge





Loch Ness

1995, director: John Henderson. Actuada por Ted Danson en el Lago Ness.






Loch Ness





Scottish castle, view of Loch Ness






Trainspotting

1996. Director: Danny Boyle. Filmada principalmente en Glasgow, aunque la primera escena donde dos rateros escapan de la policía tiene lugar en Edimburgo.





Raven Spires, Glasgow








Edimburgo




Braveheart:

1995. Director: Mel Gibson. Esta película ganadora de un Oscar, situada en la Escocia del S. XIII fue filmada en Glen Nevis y también en Irlanda.





Glen Nevis






lunes, 22 de abril de 2013

Pangur Ban (Poema anónimo del Siglo IX)






TRANSLATED BY SEAMUS HEANEY

From the ninth-century Irish poem
Pangur Bán and I at work,
Adepts, equals, cat and clerk:
       His whole instinct is to hunt,
       Mine to free the meaning pent.

More than loud acclaim, I love
Books, silence, thought, my alcove.
       Happy for me, Pangur Bán
       Child-plays round some mouse’s den.

Truth to tell, just being here,
Housed alone, housed together,
       Adds up to its own reward:
       Concentration, stealthy art.

Next thing an unwary mouse
Bares his flank: Pangur pounces.
       Next thing lines that held and held
       Meaning back begin to yield.

All the while, his round bright eye
Fixes on the wall, while I
       Focus my less piercing gaze
       On the challenge of the page.

With his unsheathed, perfect nails
Pangur springs, exults and kills.
       When the longed-for, difficult
       Answers come, I too exult.

So it goes. To each his own.
No vying. No vexation.
       Taking pleasure, taking pains,
       Kindred spirits, veterans.

Day and night, soft purr, soft pad,
Pangur Bán has learned his trade.
       Day and night, my own hard work
       Solves the cruxes, makes a mark.
Source: Poetry (April 2006).



Messe ocus Pangur Bán, cechtar nathar fri saindán:
bíth a menma-sam fri seilgg,mu menma céin im saincheirdd
Caraim-se fos, ferr cach clú, oc mu lebrán, léir ingnu;
ní foirmtech frimm Pangur Bán: caraid cesin a maccdán.

Ó ru biam, scél cen scís, innar tegdais, ar n-óendís,
táithiunn, díchríchide clius, ní fris tarddam ar n-áthius.
Gnáth, h-úaraib, ar gressaib gal glenaid luch inna línsam;
os mé, du-fuit im lín chéin dliged n-doraid cu n-dronchéill.

Fúaichaid-sem fri frega fál a rosc, a n-glése comlán;
fúachimm chéin fri fégi fis mu rosc réil, cesu imdis.
Fáelid-sem cu n-déne dul hi n-glen luch inna gérchrub;
hi tucu cheist n-doraid n-dil os mé chene am fáelid.

Cia beimmi a-min nach ré ní derban cách a chéle:
maith la cechtar nár a dán; subaigthius a óenurán.
h-É fesin as choimsid dáu in muid du-ngní cach óenláu;
du thabairt doraid du glé for mo mud céin am messe.


Pangur Bán es un poema irlandés antiguo, escrito alrededor del SIX en la abadía de Reichenau. Fué escrito por un monje irlandés y trata sobre la comparación de las actividades su gato Pangur Bán o batán blanco con sus propio hacer académico.
El poema se encuentra en el Primer de Reichenau. hay muchas traducciones del poema, ésta que pueden leer aquí, y también se destacan la de Robin Flower y  Wystan Hugh Auden.






lunes, 15 de abril de 2013

Gwen John: Pintora Galesa






Gwen John, auto retrato.

Gwen John (1876-1939)
Lo primero que notamos en las pinturas de Gwen John es la extraordinaria limitación en la variedad. Casi todas sus pinturas son retratos de mujeres sentadas, solas, en sus habitaciones. Ocasionalmente sostienen un libro o un gato. A menudo hay un sillón de mimbre y una tetera. Sin embargo, la originalidad de Gwen fue que pintó mujeres no como objetos de belleza, sino como sujetos psicológicamente complejos. Los rostros y posturas de los retratos  denotan inmensa profundidad  de carácter detrás de exteriores pasivos, de la misma forma que muchos detalles de su vida nos revelan que ella, detrás de su apariencia contenida, fue una mujer apasionada.
Un contraste entre la percepción de Gwen de la mujer y las representaciones en el arte previo puede ser juzgado desde un par de retratos suyos, Girl with Bare Shoulders and Nude Girl (1909-10). Son una especie de feminismo siglo veinte, una Maja vestida y una Maja desnuda. pero donde Goya sexualiza el desnudo, Gwen simplemente incrementa el inconformismo de la delgada modelo, en la intensidad de expresión.
Las mujeres de Gwen nunca son curvilíneas, son individuos que prescinden de una  función social. En sus trabajos de la madurez, los colores se volvieron más oscuros y todo excepto el rostro se volvió más abstracto. Los retratos muestran un inmenso silencio mientras el espectador se interna en la psiquis de la mujer.









Girl with Bare Shoulders and Nude Girl











The Convalescent












miércoles, 10 de abril de 2013

Hay-on-Wye: el reino del libro usado







Hay-on-Wye es un agradable pueblo en Gales que vive sólo del comercio de los libros y casi exclusivamente, de los de segunda mano. La persona detrás de este negocio es Richard Booth, un graduado de Oxford que abrió su local en 1961.  Hay, que tiene una población de 1.200 habitantes era principalmente un mercado que proveía a la comunidad agrícola de los alrededores. Como muchos pueblos de este tipo, su economía estaba en permanente crisis, no obstante esto no  impidió el crecimiento del comercio del libro. Hay ahora unas veinte librerías de usados en Hay, incluida  la más grande librería de usados del mundo.
Casi todas ellas pertenecen a Booth, las demás a antiguos empleados de él.
Coleccionistas alemanes, norteamericanos y japoneses suelen visitar este pueblo para buscar entre  más de un millón de volúmenes.También hay un gran número de clientes que opera a través del correo con estas librerías, algunas de ellas especializadas en historia y literatura de América y  Rusia o también temas como cocina, transporte, perros.
El centro de esta industria del libro es el castillo medieval que también pertenece a Booth, quien se hace llamar el "defensor de la palabra impresa".  En los últimos años The Sunday Times viene organizando un festival de Literatura al que Booth se opone fervientemente, aduciendo que promueve la venta de libros nuevos y no de los usados, que son los que sostienen a la economía de Hay. Para defender su postura, Booth explica que Hay puede competir en variedad de libros usados con el mundo, y que no quieren volverse  dependientes de las becas y subvenciones y del juicio de los burócratas.
Un lugar muy pintoresco e interesante para visitar en Gales.
















viernes, 5 de abril de 2013

El poeta modernista Thomas MacGreevy, por primera vez en español







Encontré esta reseña en el blog Innisfree de Chesús Yuste, en España, que a su vez la llevó a su blog desde   el diario asturiano La Nueva España.  Es  acerca de la reciente publicación de la Poesía completa de Thomas MacGreevy (Bartleby Editores, 2013) y no apareció firmada, pero aquí la transcribo porque me pareció muy interesante:


Thomas MacGreevy (1893-1967) pasa por ser el primer poeta irlandés modernista; es decir, el primero de entre los nacidos en la isla que hizo suyos el verso libre y las técnicas compositivas de Pound y Eliot: concentración y claridad expresivas, fragmentación y yuxtaposición, intertextualidad. El único libro que publicó en vida, Poems (1934), fue alabado por luminarias de la época como Stevens, y por otras que aún no lo eran pero llegarían a serlo, caso de Beckett, que le dedicó una elogiosa reseña.
Junto a Beckett y otros siete conspicuos vanguardistas -entre ellos el dadaísta Hans Arp y el fundador de la revista «transition», Eugène Jolas-, MacGreevy firmó en 1932 el manifiesto «La poesía es vertical». Y tres años antes, en 1929, también en compañía de Beckett y Jolas, había sido uno de los doce panegiristas delFinnegans Wake joyceano -entonces aún conocido como «Work in progress»- que aportaron ensayos a un libro de extraordinario título: Our Exagmination Round His Factification for Incamination of Work in Progress.
Con este bagaje (muchas y famosas amistades literarias, pero sólo treinta y ocho poemas publicados), la poesía de MacGreevy tenía todas las papeletas para quedar sepultada bajo el peso de los grandes nombres del modernismo. Si no ha sido así, es gracias a un mérito propio y otro ajeno. El mérito ajeno hay que otorgárselo a los jóvenes poetas irlandeses  que redescubrieron su obra en la década de 1960, cuando andaban a la busca de un padre tutelar para sus experimentos. Un rol que MacGreevy (mérito propio) podía desempeñar a la perfección por sus relaciones con la vanguardia parisina de entreguerras, sus amplios conocimientos en música y artes plásticas y sus tempranas innovaciones formales.
Con todo, como apunta el poeta y biógrafo de Beckett Anthony Cronin en su epílogo a estaPoesía completa de MacGreevy, en la Irlanda de los años sesenta del pasado siglo casi nadie sabía que el hombre que dirigía la Galería Nacional había escrito poesía. Y menos aún tenía noticia de que seguía haciéndolo, pese a que dos de sus mejores composiciones se publicaron en la legendaria revista «Poetry» seis años antes de su muerte. En una de estas dos piezas, «Moments musicaux», el poeta celebra el inesperado regreso de su musa y se pregunta cómo sus poemas «pudieron tener el ánimo de quedarse» si él ya se había ido. Y se reconforta: «Pensaste que te había abandonado. / Ahora que sabes que se quedan, / igual que te vas tú, / sabes, también, / que, al marcharte, / no te vas solo / ni sin ellos».
«Moments musicaux» y «Oráculos bretones» ponen el colofón a una obra que, leída en su conjunto, nos enseña lo bien que pueden llegar a casar el cosmopolitismo modernista y la preocupación localista. Desde sus primeros esfuerzos, MacGreevy escribe una poesía netamente irlandesa, pues casi todo en ella remite a la realidad y la coyuntura histórica de la isla entre 1916 y 1923; es decir, entre la Insurrección de Pascua y el final de la guerra civil que enfrentó a partidarios y detractores del Estado Libre de Irlanda. El autor era de estos últimos, y en largos poemas como «El crepúsculo de los dioses», uno de los más sujetos a la influencia de La tierra baldía, se pone claramente del lado de Éamon de Valera. Sin embargo, en vez de ensañarse con el bando contrario (el de Michael Collins, que fue el que ganó la contienda), decide mostrar los efectos del enfrentamiento en los edificios más emblemáticos de un Dublín que aún ve demasiado sometido a los intereses británicos. Y, para completar la operación de distanciamiento, intercala fragmentos de partituras de Wagner, referencias a personajes populares y hasta extractos del ritual del sacramento de la confesión.
Se trata de procedimientos despersonalizadores ya ensayados por la vanguardia londinense de Pound y Eliot, pero que MacGreevy reutiliza con acierto en su radiografía de la capital irlandesa; una ciudad que en sus manos termina siendo más visual que libresca, y que crece ante nuestros ojos a base de potentes imágenes hilvanadas por un verso libre de rara musicalidad. Todo ello nos lo sirve Luis Ingelmo en una traducción muy bien resuelta -la primera del poeta irlandés al castellano- y unas exhaustivas notas, sin las cuales sería muy difícil pelar las varias capas de significación de estos magníficos poemas.



Ahora que regresamos de la primera muerte
a nuestra actual segunda vida
ya no puede ser la misma noción de cristiandad.
Ahora son Orient Express aéreos,
cuernos de oro
y cornucopias de plata dorada:
Cons-
tantinopla.


Allí fue bermellón y negro,
verde y negro,
blanco almidonado cubierto de negro cadavérico.
¡Oh, Grünewald!
¡Oh, Picasso! 


Aquellos sin máscaras antigás estaban perdidos. 

En vida, mi rosa de Tralee se tornó gris,
un gris sepulcral,
desnacarado.
Mas por un instante, supongo, ahora,
puedo suponer que, por un instante,
brilló con resplandor azul,
argénteo,
dorado,
rosado
y con la luz del mundo.



Ese poema, La Gloria de Carlos V, inspirado en el cuadro homónimo de Tiziano, es el texto central de la Poesía completa de Thomas MacGreevy que acaba de publicar Bartleby con  traducción de Luis Ingelmo.